Tratamiento de la Ansiedad
La angustia es el afecto por excelencia. Aunque generalmente se piense que es peligrosa, en realidad es protectora, nos advierte de un peligro. Una cierta cuota de angustia es normal cuando uno se enfrenta a una situación que le involucra. Ante una página en blanco, antes de un examen o una entrevista de trabajo algo nerviosos nos sentimos, lo que nos hace permanecer alertas. Pero a veces esta angustia se transforma en un síntoma que nos paraliza. Estamos ante lo que se conoce como trastorno de ansiedad generalizada o neurosis de angustia.
El trastorno de ansiedad generalizada puede manifestarse de maneras diversas, por ejemplo, con un ataque de angustia: aceleración de la respiración (taquipnea), aceleración del ritmo cardíaco (taquicardia), adormecimiento de las manos, temblores en pies y/o manos, sudoración, sensación de opresión en el pecho, todo ello, en ocasiones, acompañado de sensación de muerte inminente o de miedo a volverse loco.
La combinación de estos elementos en el ataque de angustia es infinitamente variable, y además cada uno de los síntomas puede constituir por sí solo un ataque de angustia, un equivalente del mismo. Es decir, que no se presenta sensación de angustia sino uno de los síntomas físicos concretos como: palpitaciones, alteraciones de la respiración, ataques de sudor, ataques de bulimia (atracones de comida), episodios de diarrea de aparición abrupta, náuseas, vértigo, dolores osteomusculares, etc.
También algunos de estos síntomas se pueden presentar en forma crónica, siendo entonces más difícil sospechar un cuadro de ansiedad. Así sucede especialmente con la diarrea, el vértigo y las parestesias, la sensación duradera de cansancio, etc.
Se trata de personas que toleran mal la incertidumbre, no saber qué va a suceder “exactamente” en el futuro, por eso que suelen ser bastante controladores, les gusta tener todo planificado, “bajo control” y cuando la realidad no coincide con sus planes o surgen imprevistos se enfadan y se angustian. Por otra parte, en un intento de cancelar la incertidumbre desarrollan toda una serie de fantasías, generalmente catastróficas. Por ejemplo, si su hijo o su pareja tardan más de lo habitual en llegar a casa piensan que han sufrido un accidente mortal. En estas fantasías siempre aparece un temor por la salud de los familiares cercanos, a diferencia del hipocondriaco que teme por su salud.
Por otra parte hay que tener en cuenta que no sólo es importante tratar este cuadro por los síntomas que produce sino porque el trastorno de ansiedad generalizado predispone al desarrollo de enfermedades orgánicas (psicosomáticas).
Estos cuadros de ansiedad o angustia están relacionados, en general, con cuestiones inconscientes que aquel que los padece desconoce, por eso que el tratamiento psicoanalítico es de gran utilidad para estos pacientes. Un lugar donde poder hablar libremente ante un profesional que sabe escuchar lo que le está pasando.
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