TOC (Transtorno Obsesivo Compulsivo)
El trastorno obsesivo compulsivo o neurosis obsesiva se caracteriza porque al paciente se le imponen una serie de ideas, en muchas ocasiones absurdas, que rechaza pero no puede dejar de pensar, lo que se conoce como obsesiones. Por una parte las rechaza pero por otra cree en ellas, duda continuamente, por eso se ha llamado, también, a este trastorno la enfermedad de la duda.
Para defenderse de estos pensamientos desarrolla una serie de rituales, que también se convierten en obsesivos y que se ve obligado a realizar para evitar la angustia, lo que se conoce como compulsiones. Estas compulsiones inicialmente fueron medidas de prevención, de protección frente a las ideas obsesivas pero en el curso de la enfermedad ellas mismas se tornan también obsesivas, no puede dejar de realizarlas.
Es decir que los pacientes con TOC suelen tener ideas obsesivas y/o actos obsesivos, que se ven obligados a realizar para evitar la angustia.
En el caso de las obsesiones podemos distinguir una idea y un afecto asociado tal como la duda, el remordimiento o la cólera.
En muchas obsesiones el afecto es lo principal, es decir, persiste sin variación aunque vaya cambiando la idea asociada. Por ejemplo, puede sentirse culpable por diversos motivos: por haber robado, haber maltratado a personas queridas, etc., generalmente se siente culpable por actos que no ha cometido. O aquellos que dudan lo hacen de distintas cosas sucesivamente.
Es decir, lo que permanece es el afecto que está plenamente justificado aunque no tiene relación con lo que el paciente cree. Por ejemplo, la culpa es cierta pero está unida a una idea o a un acto que no corresponde, que no son los originales. En realidad la culpa está en relación con algo que ha fantaseado y que generalmente tiene que ver con sentimientos hostiles hacia las personas cercanas, muy frecuentemente el padre. El sentimiento hostil queda reprimido y aparece la culpa pero enlaza a cualquier otra idea. Un sentimiento hostil relacionado con un deseo de muerte, porque la muerte y el padre son dos cuestiones en juego en la neurosis obsesiva. El carácter absurdo de muchas obsesiones se debe a esta falsa conexión. El paciente se da cuenta de lo absurdo de todo lo que le pasa pero no puede dejar de sentirse culpable.
Ejemplos de obsesiones y compulsiones frecuentes:
- No pueden parar de pensar en una idea que en ocasiones es un temor o miedo: a contagiarse de una enfermedad grave, a volverse homosexual cuando aunque siempre se hayan elegido parejas del sexo opuesto.
- Lavarse compulsivamente las manos.
- Necesitar que los objetos estén colocados en una determinada posición.
- Demorarse en vestirse y asearse diariamente, lo que les lleva mucho tiempo, a veces horas, porque creen que han cometido algún error en su realización.
- Comprobar reiteradamente antes de salir de casa si han cerrado la puerta, apagado las luces, cerrado los grifos, etc.
- Antes de acostarse necesitan colocar la almohada o las sábanas en determinada posición, algunos objetos de la habitación de una manera concreta, etc.
- Pueden pensar que si no realizan la compulsión les pasará algo malo a ellos o a sus seres queridos, por ejemplo la muerte o graves enfermedades.
- Todas estas acciones, y cualquier otra que sea compulsiva, se acompañan de la duda de haberlas realizado correctamente.
- Muchos sujetos se sienten culpables, lo que les puede llevar a sentirse responsables de un robo, de un asesinato que se ha leído en el periódico, o de cualquier otro acto ilícito que no han cometido jamás.
El psicoanálisis es de gran utilidad para estos pacientes, les permite diferenciar entre las ideas obsesivas y la realidad y transformar ese deseo que les hace padecer y que está jugado en todos sus síntomas.
Si usted presenta un TOC es el momento de consultar a un psicoanalista.
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