Frigidez
La frigidez es un síntoma poco tratado habitualmente. Quizás esto se deba, por una parte, a la menor importancia que se le da a los trastornos exclusivos de la mujer en el ámbito de la ciencia, donde el machismo impera a pesar de las apariencias de “igualdad de género” y es posible que quizás influya también la complacencia con la que la mujer sufre este síntoma de la frigidez, en contraposición con la mala tolerancia que el hombre muestra ante su impotencia.
La educación cultural tiende desde siempre a la coerción temporal de la sexualidad, sobre todo en la mujer, y esto no es una cuestión del pasado, aún en nuestros días se sigue ejerciendo la misma coerción sobre la sexualidad, y sobre la genitalidad concretamente, hasta el establecimiento de una pareja estable.
Se piensa que una vez que la mujer tenga una relación estable podrá dar rienda suelta a esta sexualidad tanto tiempo reprimida. Pero esta coerción va con frecuencia demasiado lejos, dando lugar a que al llegar al momento de dejarla libre, presente ésta ya daños duraderos, resultado que no se pretendía. En relación a la represión de esta sexualidad en la mujer se produce la frigidez. Por eso, un lugar donde poder ponerle palabras a la sexualidad, donde hablar y ser escuchado sin censura, le permite a la mujer recuperar una sexualidad plena.